Mantén una rutina de sueño adecuada

Dormir lo suficiente es crucial para la salud de la piel, ya que durante el sueño se llevan a cabo procesos importantes de reparación y regeneración celular. La falta de sueño puede manifestarse en la piel como ojeras, hinchazón, una tez apagada y un envejecimiento prematuro.

Durante el sueño, aumenta el flujo sanguíneo a la piel, lo que ayuda a la producción de colágeno y la reparación de los daños causados por los factores ambientales. Intenta dormir entre 7 y 9 horas cada noche y establece una rutina de sueño regular para mejorar la calidad del descanso. Crea un ambiente propicio para el sueño, manteniendo la habitación oscura, fresca y libre de dispositivos electrónicos.

Considera usar una funda de almohada de seda, que es más suave para la piel y puede ayudar a reducir la fricción y la aparición de arrugas.