Hidrata el ambiente

El aire seco, especialmente durante los meses de invierno o en climas áridos, puede deshidratar la piel, provocando sequedad y descamación. Usar un humidificador en casa puede ayudar a mantener un nivel adecuado de humedad en el aire, lo que a su vez mantiene la piel hidratada. Coloca el humidificador en las habitaciones donde pasas más tiempo, como el dormitorio y la sala de estar. Asegúrate de limpiar y mantener el humidificador regularmente para evitar la acumulación de moho y bacterias.

Además de usar un humidificador, beber suficiente agua y aplicar cremas hidratantes más ricas durante los meses secos también puede ayudar a mantener la piel en óptimas condiciones.

Recuerda que el cuidado de la piel no solo depende de los productos que aplicas, sino también del entorno en el que te encuentras.